Te acuestas cada noche pensando que todo será igual que el día que dejamos al día siguiente, sin cambios, una vida anodina, llena de acontecimientos buenos, de inquietudes, de tristezas...
Un mes duro...Marzo, qué ganas tengo que desaparezcas de mi calendario, quiero pasar página y empezar un nuevo mes con otras expectativas, con otras ilusiones, probablemente con otras preocupaciones, o con las mismas que las de este mes, pero con más fuerza para afrontarlas.
Decepciones, desesperación...y un gran susto, el mes de Marzo me ha está dejando momentos realmente tristes, momentos en los que mis lágrimas querían inundar mis ojos pero tenían que ocultarse para no parecer débil..."Hay que mantener el tipo ante las adversidades"...Y aquí estamos, manteniendo el tipo para que nadie decaiga...yo no puedo decaer...
Amanece, nos espera un día diferente, algo que no planificábamos anoche. Miedo, impotencia...carreras, lágrimas contenidas...
Y 4 días después hacemos balance y me doy cuenta de que aún no he hecho algo muy importante en estas situaciones...LLORAR...
TODAVÍA NO HE TENIDO TIEMPO DE LLORAR!!!!!! Mi cabeza va a estallar de soportar mi llanto, mi miedo, las imágenes se agolpan en mi mente y mi corazón se acelera...aún me sorprendo de mi reacción...
Ahora, cada noche me acuesto pensando en que me deparará el mañana, y me levanto por la mañana con la esperanza de que todo se acabe por fin, que volvamos a la normalidad para poder llorar tranquila, que se acabe este mes que me está torturando cual abeja acechando con aguijón afilado...
Y es que, a pesar de todo...es cierto que LA VIDA SIGUE...(y que siga por muchos años)
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